9 de septiembre de 2014

Sighisoara

Para terminar nuestro paseo por estas "tierras draculianas "
nos adentramos en dos pueblecitos de la zona 
Sighisoara y Sinaia

    
La capital de la intrigante región de Transilvania se enclava 
en las faldas de los Cárpatos a orillas del río Tranava. 
Durante años fue habitada por sajones, lo que explica su interesante cultura. 
Ciudad natal de Vlad Tepes, ese misterioso hombre que inspiro 
a Bram Stoker y en el que se basó la leyenda de Drácula. 
La casa donde vivió “el empalador” es hoy un restaurante muy popular.



       letrero casa Drácula y souvenir "huevos de pascua



El casco histórico de Sighisoara 
tiene dos grandes polos de atracción,
el primero la ciudadela y el segundo conocido 
como “la ciudad de abajo”

La fortaleza y las murallas fueron construidas 
en lo alto de la montaña para defensa de la ciudad. 
Aun perviven 11 torres de la muralla y sus respectivas puertas. 

La más imponente de las torres es la del Reloj, justo en la Piata Muzeului. 
Del año 1648, alberga el museo de la ciudad. 
También destaca la torre de la iglesia del monasterio de Sighisoara
construida en 1515 y que ofrece en su interior una exposición de tapices orientales.



Por su parte la “ciudad de abajo” ocupa toda la ladera de la montaña hasta el río. 
El centro es la Piata Cetaii donde los locales se sientan a disfrutar de las vistas
y charlar en los cafés que ocupan las casas de colores símbolo de la ciudad. 
Una curiosidad del lugar es la escalera cubierta conocida como Strada Scolii
de 172 escalones y construida en 1642, hasta la iglesia gótica Bergkirche.

Sighisoara sorprende a todos los que el que la visita. 
Ha conservado de manera ejemplar las características de 
una pequeña cuidad medieval fortificada.










 Sus casas antiguas, su macabra torre del reloj, 
su viejo cementerio, su relieve ondulante, sus puertas, torretas, 
sinuosas calles y su aire medieval 
hacen que te sientas transportado al pasado. 


Y es que esta ciudad transilvana engrosa la lista

de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
es una de las pocas urbes medievales habitadas en la actualidad 
y uno de los destinos clave de Rumania.



 

9 de agosto de 2014

paseando por Brasov

Se encuentra en un valle de Transilvania,
y la domina el monte Tampa, de 957 m. de altura. 
Ciudad industrial y capital de la provincia del mismo nombre, 
es la ciudad más grande del país después de Bucarest.

Nada más llegar a Brasov, puedes ver en las montañas
un cartel a estilo de Hollywood.




Brasov tiene un centro histórico medieval, 
de suelos empedrados y rodeado de pequeñas
callejuelas e iglesias barrocas. 
En la plaza Sfatului se puede visitar el Museo de Historia 
y el antiguo ayuntamiento de Brasov. 
Cerca de la plaza está la animada calle peatonal Republicii,
llena de bares al aire libre, restaurantes, tiendas y mucha gente.














En el centro de la plaza
podemos ver una especie de cepo 
usado hace muchos años para castigar
 a los malhechores, como por ejemplo, a las brujas.












La Iglesia negra, frente al ayuntamiento, 
es uno de los edificios que caracterizan a la ciudad, 
de estilo gótico, su nombre le fue dado tras un incendio,
de 1689 que arrasó la ciudad
y provocó el ennegrecimiento de sus paredes.


Es la iglesia gótica más grande de Rumanía, 
aunque su interior es mayormente barroco.
Está construida en piedra arenisca, 
con 6 puertas de entrada decoradas con esculturas
Cuenta con la campana más grande de Rumanía, 
que tiene un peso de siete toneladas. 


Puerta principal 










En su interior consta de tres 
naves divididas por pilares;
destacan los murales de estilo 
renacentista italiano.
Un impresionante órgano de
 4.000 tubos de principios del XIX,
y una colección de alfombras de Anatolia 
de los siglos XVII y XVIII 
que está considerada la más
 importante de Europa.


29 de julio de 2014

viaje por las tierras de Drácula II

Continuamos nuestro viaje...
Tras la gran explicación de los huevos de Pascua
(espero no haberos agotado) 
seguimos por el Castilo de Bran

Todos  podemos imaginarnos a nuestro personaje 
pululando por las distintas estancias





Algo que me cautivo, fueron las chimeneas,
a veces de madera repujada al estilo tradicional,
 otras camufladas bajo bellos mosaicos de azulejo
todas ellas bellas y majestuosas.








 Aquí termina nuestra visita por el Castillo,
esto es tan solo una pequeña selección;
más nuestro viaje continuará por estas tierras,
siguiente parada Brasov



para más información del Castillo, 
podéis visitar la página oficial 

19 de julio de 2014

viaje por las tierras de Drácula

Drácula es una novela publicada en 1897 por el irlandés Bram Stoker, 
que ha convertido a su protagonista en el vampiro más famoso. 
Se dice que el escritor se basó en las conversaciones que mantuvo 
con un erudito húngaro llamado Arminius Vámbéry, 
y que éste fue quién le habló de Vlad Drăculea 
Algunos aspectos del personaje están basados en
Vlad III, el Empaladorpríncipe de Valaquia del siglo XV.


Transilvania es de lejos la más romántica provincia de Rumanía,
rodeado por los Cárpatos, evoca 
montañas alzándose hacia el cielo encima de los valles de bosques,
 ríos cristalinos, iglesitas de madera con techos altos, 
castillos legendarios y memorias de una historia agitada.




Nuestro viaje por la vampírica Transilvania pasará por: 
Castillo de Bran, Brasov y Sighisoara


Castillo de Bran

La parafernalia draculiana en esta región es absolutamente ficticia. 
Por mucho que quieran los lugareños que viven de vender souvenirs de Vlad Tepes, 
el castillo de Bran no tiene nada que ver con Drácula ni con el famoso Vlad. 
Puede que el príncipe hiciera una parada en el durante unas noches, 
cuando escapaba de la amenaza turca,allá por el siglo XV, pero nunca fue su residencia.
La marcada silueta del célebre castillo de Bran, con sus torres de cuento de hadas
alzándose desde lo alto de un risco entre montañas, resulta algo vampírica.

Bran está en una región preciosa, en la confluencia 
de las montañas Bucegi y Piatra Craiului.
Los alrededores de Bran, con su encanto rural merecen la pena, 
para movernos entre granjas, verdes colinas y montañas de heno.

vistas del castillo desde abajo

entrada al castillo









El castillo, fue residencia real veraniega
hasta la abdicación  del rey Miguel en 1947.
Desde 1957 es museo.
En 2006, tras 60 años en manos del gobierno comunista, 
las llaves del castillo fueron devueltas
a un pariente de los dueños originales,
Dominic de Habsburgo, nieto de la reina María.
En 2007 salió a la venta, pero dos años más tarde se
 anunció que la familia  había decidido no venderlo y 
garantizar así su futuro como museo. 

trajes típicos, cada región tiene sus características


huevos pintados de Pascua


En Rumania la Pascua de Resurrección es “la fiesta de las fiestas”,
con este motivo se limpian las casas, se preparan comidas especiales y
se pintan huevos, se visten con bonitas ropas para acudir a misa,
se encienden velas en las tumbas de los seres queridos y
toda la familia se sienta a comer cordero ,chocando
los  huevos pintados, símbolo de la Resurrección,


El huevo es uno de los símbolos pascuales por excelencia
y se lo puede interpretar de dos maneras totalmente diferentes,
uno religiosa y otra puramente popular.
Los dibujos, son impresionantes filigranas,que se dibujan en diversas etapas,
un buen artesano solamente utilizará colores naturales y cera de abeja
cambiando el tono de los colores.
Es típico pintarlos de rojo, también de azul, de amarillo y de morado.
No se pintan de verde, porque Dios no los encontraría entre la hierba.


Existen muchas leyendas que explican por qué los huevos se pintaban de rojo y
los motivos por los que pasaron a ser un símbolo de la resurrección de Jesucristo.
La más conocida cuenta que cuando la Virgen María
fue a velar el cuerpo de su hijo al pie de la cruz,
llevó consigo una cesta de huevos, que se volvieron rojos
por la sangre que derramaba el cuerpo.
Al verlo, Jesucristo dijo que desde ese momento debían
pintarse huevos de rojo para recordar el día de su crucifixión.
En la celebración de la Pascua, los huevos se llevan a la iglesia,
donde son bendecidos y, tras la ceremonia, ya pueden ser consumidos.
En muchas zonas del país los fieles chocan los huevos mientras repiten la fórmula:
“Hristos a Inviat”  "Cristo ha resucitado", a lo que se responde
 “Adevarat a Inviat”  "verdaderamente ha resucitado".
 Esto es el saludo que se suele utilizar 
desde la Pascua hasta Pentecostés.


En Rumania, la tradición de pintar los huevos de Pascua
tanto para cristianos como ortodoxos,es un verdadero arte, 
se organizan competiciones y exposiciones de huevos pintados.
Estos,son recogidos 4 semanas antes de Semana Santa y pintados en jueves,
siendo símbolo del Salvador, que abandona la tumba y vuelve a la vida.

 La ornamentación de los huevos pintados es muy variada e incluye símbolos
geométricos, vegetales, animales, antropomórficos y religiosos.
Algunos de los símbolos y significados son:
Línea recta vertical : vida
Línea recta horizontal : muerte
Línea doble horizontal : eternidad
Línea con rectángulo : pensamiento y conocimiento
Línea poco ondulada : agua y purificación
Espiral: tiempo y eternidad
Doble espiral: la conexión entre vida y muerte.


Asimismo durante la Semana Santa los rumanos comen todo tipo 
de comida tradicional como es el 'cozonac' un pastel con pasas y nueces.
Antes de Pascua, durante 40 días, no se puede comer carne ni pescado.
Tampoco se puede echar aceite y vinagre en las ensaladas, pues fue este último
ingrediente el que dieron a beber a Jesús cuando estaba en la cruz.


El acto litúrgico de la Resurrección
comienza a las 10 de la noche y acaba a las ¡¡¡4 de la madrugada!!!
La semana antes de Pascua se celebra el "Día de las Flores".
Es la fiesta de todos los niñ@s que tienen nombre de flor.
También es costumbre llevar ese día flores al cementerio.
El sábado de Pascua,los cristianos, van a la iglesia
con una vela y escuchan el oficio religioso
A medianoche el sacerdote sale de la iglesia  con una vela encendida
y tras ser bendecida, todos las velas se encienden partiendo de esta.
Al final, cada uno se va a su casa donde la mesa esta preparada y chocan los huevos.
El deseo Feliz Semana Santa en rumano es “Paşte fericit”
Los campesinos, en la mañana de Domingo Santo, tienen la costumbre
de lavarse la cara con agua nueva en cual ponen un huevo rojo.
Ellos piensan que así serán fuertes y guapos todo el año.
Después de comer los huevos, las cáscaras rojas se guardan
hasta el arado de la tierra, porque se dice que así la tierra será más fértil.


El corto de Titus-Armand Napirlica, The Egg Pinter,
retrata el delicado, exquisito, complejo y laborioso arte de pintar huevos,
en este pueblo rumano, a través de algunas de las manos que los crean.
Desde el vaciado de los huevos, que pueden ser de gallina, ganso,
pato e incluso de avestruz, al pintado y tintado con técnicas
que se han mantenido intactas durante el transcurso de los años,
 el vídeo repasa el completo proceso de elaboración de estas auténticas obras de arte.


Estos huevos, que originalmente se solían cocer
(pues la tradición obliga a comérselos, no a guardarlos de recuerdo),
y no vaciar antes de ser pintados con múltiples colores y
diseños para posteriormente ser consumidos. 
En la actualidad se preparan no solamente para celebrar la Pascua,
sino también para ser regalados durante todo el año
o venderse a los turistas como recuerdo.


Dicen los rumanos que si un día la gente deja de
colorear huevos en Pascua, el mundo se acabará.



continuará