Este ha sido un viaje de esos que nunca imaginas hacer...
y ha resultado una experiencia alucinante y agridulce.
Agridulce por que la primera vez que lo había reservado tuve que cancelarlo
porque mi madre tras largos años de lucha, se apagaba.
Cuando llegué al borde de las cataratas lo primero que pensé,
tras el shock por la inmensidad y la maravilla que contemplaba, fue en ella.
Solo deseo que al mirar atrás, hayas sentido que tu vida ha merecido la pena.
Doy gracias por ese tiempo regalado, que en este caso tienen nombre y
son médicos Dr. Gomez, cirujano y Dr. Valladares oncólogo,
ambos del Chuac, A Coruña, mi más sincero agradecimiento.
Hoy hace tres meses que nos dejaste,
pero de ti aprendí que la vida
es un regalo valioso,
y que la lucha merece la pena.
Por eso este viaje te lo dedico,
por tu lucha, por tu cariño,
por enseñarme a viajar por mi vida.
Iguaçu-Bonito
Con algo de miedo, me subí al helicóptero para acercarme por primera y única vez
a la visión aérea que no me decepcionó en absoluto,
10 minutos de vuelo y visiones increíbles que merecieron la pena.
Sin duda volvería a hacerlo.
Por las pasarelas al pie de la catarata, podías sentir como el agua te mojaba
y como "podías tocarla". Una experiencia indescriptible!
y como "podías tocarla". Una experiencia indescriptible!
Parque de las aves... aunque había loros coloridos
me quedo con el tucán, tan coqueto con su pico y sus ojillos.
Lado Argentino, la lluvia caía intensamente pero nos dio un respiro para sacar las cámaras