9 de noviembre de 2016

Cádiz urbano

He oído que dicen que si eres de la provincia eres de "Cáiz",
si eres de "Cáiz, Cáiz" es que vives en Cádiz ciudad,
y si eres de "Cáiz, Cáiz,Cáiz," eres del pleno centro histórico.


Yo vivo en Cádiz, a la entrada mismo en la zona de Cortadura,
tras pasar el puente que une con San Fernando, 
y me he ido a pasear a "Cáiz, Cáiz,Cáiz,".
Ha sido una visita callejera, por la parte exterior de la ciudad.
Plaza de España
Paseo Carlos III al lado Parque Genovés
Parque Genovés, parque urbano rodeado por las murallas de la ciudad antigua,
situado en el extremo suroccidental, junto al casco histórico de Cádiz, 
conocido popularmente como "Paseo del perejil" 
es la zona verde más importante y popular de Cádiz. 

 El Perejil  reflejaba la inicial modestia de su vegetación de orígenes XVIII. 
Paulatinamente ampliado con la incorporación de especies arbóreas exóticas, 
pasó a llamarse Parque de las Delicias, hasta que con las profundas remodelaciones 
 de finales del siglo XIX, pasaría a conocerse por su denominación actual 
que tomó del apellido del jardinero valenciano Gerónimo Genovés i Puig 
a quien se debe su presente estructura organizativa. 

Un paseo longitudinal, bordeado de cipreses bellamente recortados 
y con frondosos parterres, conforma el eje central del parque 
que es complementado con unas piezas verdes de estructura irregular 
repletas de árboles, arbustos y plantas ornamentales, 
así como grupos escultóricos dedicados a José Celestino Mutis, 
a la duquesa de la Victoria y a Jose María Pemán. 

Entre sus especies arbóreas más destacables hemos de citar la presencia
 del metrosideros o pohuttukawa, un raro ejemplar originario de Nueva Zelanda 
de bellísimas flores rojas y perfectamente aclimatado en Cádiz, 
así como los dragos, ficus de porte respetable, diversas especies de palmeras 
y una completísima selección de plantas, tanto autóctonas como importadas, 
que dotan a este parque público de un gran interés botánico. 
Aclimatadas numerosas especies botánicas originarias de otras latitudes 
(Jacaranda, metrosidero, hibisco o rosa de china,...).

Pero lo que de verdad me cautivó fue esta funtecilla,
podríamos habernos quedado ahí horas y horas 
congelando gotas, desenfocando y esperando que la luz hiciese magia
 

Otra parte del parque
 

Castillo Santa Catalina
Playa de la Caleta 

Castillo de San Sebastián 
Atardecer playa de la Caleta desde Castillo de San Sebastián 

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