Acostumbrados como estamos al deterioro de barrios históricos y rincones que en su momento fueron espléndidos, entrar en terreno militar nos reconcilia con la ciudad que fue Ferrol, a la vez que nos recuerda lo inalcanzable de esos edificios dieciochescos, sencillos, ilustrados e intocables que están al otro lado del muro -físico o ficticio-, que representa el estamento militar.
Desde esta misma semana uno de los buques insignia de las instalaciones militares en la ciudad naval estará un poco más cerca de los ciudadanos. El Palacio de Capitanía -sí, es un palacio a pesar de no presentar, al menos en su exterior, la imagen que relacionamos con ese tipo de inmuebles-, abre sus puertas al público el primer sábado de cada mes a través de las visitas guiadas que la Armada ha puesto en marcha con la colaboración del Concello de Ferrol.
El almirante en jefe del Arsenal Militar de Ferrol, el vicealmirante Manuel Garat, recordó que el inmueble es la «principal referencia de la presencia de la Armada en la ciudad» y por ello se eligió en 1755 -año en el que comenzó su construcción que se alargaría hasta 1761-, el emplazamiento actual «dentro de las murallas de la ciudad, pero con la vista puesta en el Arsenal»."
MARTA CORRAL | Ferrol | Martes 30 septiembre 2014
Guillermo Escrigas, Colección de Tarjetas Postales
Un poco de historia...
El antiguo palacio de Capitanía Marítima de Ferrol lleva más de dos siglos anclado en el centro del barrio de A Magdalena, a diez pasos de la plaza de Amboage, y sin embargo, pocos ferrolanos han tenido a oportunidad de ver su interior.
Esta gran construcción domina la ría de Ferrol y todo su Arsenal desde lo alto, y se estira por los jardines de Herrera hacia la iglesia de San Francisco y el Parador de Turismo. El palacio comenzó a construirse en 1755, y se termina unos siete años después.
El inmueble, fue la antigua sede de la Capitanía Marítima del Cantábrico hasta que esta sección naval se suprimió (Real Decreto 912/2002), y en él pernoctaron más de un centenar de capitanes generales del siglo XVIII al XXI.
El Palacio fue protagonista de dos momentos históricos, la defensa a la ciudad frente a la invasión británica cuando los ingleses desembarcaron en la playa ferrolana de Doniños, en agosto del 1800. Su incursión fue rechazada por militares y vecinos, codo a codo, en la batalla de los montes Brión que se rememora cada verano.
Imponente y blanco por fuera, en su interior predomina el rojo del terciopelo por donde se paseó la reina Isabel II, su esposo y su hijo, el futuro Alfonso XII, durante los días que duró su visita oficial a la ciudad naval en 1858, año en el que la reina otorgaría el título de ciudad, por Real Decreto el 13 de octubre.
Del palacio destaca el Salón del trono, con un dosel bajo grandes cortinones bermellón, el comedor, la escalera imperial de caoba y la sala azul, dedicada a los marinos donde cuelgan los retratos de ilustres como Cosme Damián Churruca, que dejó su vida en la batalla de Trafalgar. También llama la atención la profusión de relojes, entre los que destaca uno británico del siglo XVIII y que ahora adorna el despacho del Almirante.
Actualmente desde el 10 de enero de 2013, es sede de Archivo Naval.Contiene los fondos documentales más solicitados: finales del siglo XVIII, principios del XIX y más recientes, las décadas de los años 30 y 40 del siglo pasado,así como de la Guerra Civil Española.
Entre las instalaciones se encuentran el despacho de su director, las oficinas, la sala de lectura para investigadores y particulares, así como la parte del archivo.
Antes, los depósitos del Archivo Naval se encontraban ubicados en las instalaciones del antiguo Taller de Torpedos y Misiles de la Estación Naval de La Graña.
El Archivo Naval de Ferrol forma parte del Subsistema Archivístico de la Armada., integrado en el Órgano de Historia y Cultura Naval, junto con el Archivo General de la Marina “Álvaro de Bazán” (Viso del Marqués, Ciudad Real), el Archivo del Museo Naval (Madrid) y el resto de Archivos Navales periféricos de Madrid, Cartagena, San Fernando y Canarias.
La Armada y el Ayuntamiento de Ferrol han llegado a un acuerdo para abrir las puertas del palacio una vez al mes. La visita está tutelada por una de las guías turísticas del municipio que van desentrañando las anécdotas y secretos de sus estancias después de muchas décadas cerrado para los civiles.
Será un recorrido gratuito en pequeños grupos de 15 a 20 personas el primer sábado de cada mes y que requiere de inscripción previa. Para inscribirse,por correo electrónico a ferturguias@yahoo.es o llamar al 696 53 10 70.
El majestuoso palacio de Capitanía,10 años después de que la Capitanía General de Ferrol, sede de la Zona Marítima del Cantábrico, dejase de existir, reabre al público el impresionante edificio que la acogía.
Ilustrados por la guía de Fertur, Isabel Díaz Robles, el recorrido comienza en los jardines de Herrera, balcón privilegiado de la ciudad, que albergan los magnolios centenarios traídos de Filipinas en 1885 acompañando a la estatua de Jorge Juan.
Ilustrados por la guía de Fertur, Isabel Díaz Robles, el recorrido comienza en los jardines de Herrera, balcón privilegiado de la ciudad, que albergan los magnolios centenarios traídos de Filipinas en 1885 acompañando a la estatua de Jorge Juan.
En el interior nos topamos con el
vestíbulo, con su gran escalinata que nos conducirá a las estancias nobles del
palacio. Las maderas, como la caoba traída de Cuba para la construcción naval
que forra arcos y protagoniza los balaustres de la escalera imperial o el roble
que recubre la marquetería del suelo, se mezclan con extraordinarias lámparas y
mobiliario de estilo isabelino.
No en vano, muchos de los objetos que
pueblan el palacio, fueron adquiridos para la visita de cinco días que Isabel
II realizó en 1858, acompañada de su marido y su hijo, el futuro rey Alfonso
XII.
Las paredes de la sala roja y la sala
azul, dos de las estancias que se recorren en la visita y cuyos nombres hacen
honor al tapizado de la sillería y cortinones, contienen -al igual que las de
la Sala de Juegos-, buena parte de la pinacoteca del palacio, que cuenta con
obras del XVII pertenecientes al Museo del Prado que se hallan en Ferrol en
concepto de depósito.
El Comedor de Gala del palacio es, junto
con el Salón del Trono, una de las joyas mejor guardadas. Una mesa de ocho
metros de largo, dos de ancho y catorce patas, preside la habitación,
flanqueada por una consola Carlos IV dorada, un enorme espejo y candelabros de
plata «que impresionaron mucho a la Reina Isabel».
Después de pasar por el despacho del
Almirante y admirar los relojes históricos con los que cuenta, la visita
finaliza en el Salón del Trono. Una estancia donde predomina el rojo, el «color
del poder», conjugado con una sillería del siglo XIX en madera de teca -también
procedente de Cuba, gracias al astillero-, y unos impresionantes candelabros de
pie del siglo XVIII.
salón del trono |
Es un palacio suntuoso con grandes salones alfombrados,tapices en buen estado, gigantescos candelabros y lámparas acristaladas, así como antiquísimos muebles de maderas nobles.
Carlos y yo hemos querido aunar esfuerzos para presentaros esta joya, por ello hay fotos de ambos, queremos transmitiros la belleza de este edificio que forma parte de la historia de nuestra ciudad.
Se podrían mostrar infinidad de detalles hermosos, pero queremos dejar alguna sorpresa para la visita, y los que no, al menos puedan ver el interior de edificio que esconde grandes tesoros.Vayan inscribiéndose para la visita "in situ", realmente merece la pena!!.
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